El modelo de partería tiene como principios: justicia, igualdad y respeto por la dignidad humana. Las parteras promueven y protegen los derechos humanos con énfasis en los derechos sexuales y reproductivos con respeto a la diversidad étnica y cultural.
Las parteras tienen las competencias para el continuo de la atención de la salud sexual, reproductiva, materna y neonatal desde la adolescencia y acompañan a las mujeres en la referencia a otros niveles de atención cuando es necesario.
Las parteras respetan y tienen confianza en la mujer y en su capacidad para dar a luz, lo que propicia el empoderamiento sobre el autocuidado de la salud.
Las parteras ejercen de manera autónoma de acuerdo a sus competencias y colaboran con el equipo multidisciplinario de salud para otorgar una atención integral.
Las parteras ofrecen una atención respetuosa orientada a la prevención, flexible y centrada en las mujeres, sus bebés y sus familias lo que favorece la atención a sus necesidades.
Las parteras mantienen actualizadas sus competencias y garantizan las prácticas basadas en la evidencia, asimismo utilizan la tecnología de manera apropiada y derivan oportunamente a la atención médica cuando se presentan complicaciones.
Las competencias profesionales se refieren a tres esferas:
Las siete competencias esenciales establecidas por la Confederación Internacional de Matronas (ICM) constituyen una referencia para la integración y evaluación del perfil, así como del ejercicio profesional de la partera. Por ello, representan la meta a lograr mediante los planes y programas formativos en partería profesional, independientemente del modelo educativo desde el cual se desarrollen.
Además de estas, se deberán considerar las competencias específicas o de alcance intermedio que guiarán el proceso educativo en sus diferentes etapas: básica, de especialización y de integración.
La EBC genera diversos ambientes de aprendizaje activo para que cada estudiante estructure y organice su conocimiento a través de la resolución de problemas y del estudio de casos.
La didáctica de la enseñanza-aprendizaje, en un modelo por competencias, utiliza recursos que simulen la vida real y las situaciones problemáticas para que cada estudiante las analice y las resuelva en un marco de trabajo cooperativo.
Para aplicar el enfoque de EBC es necesario asumir que la construcción del conocimiento exige otras miradas que superen lo informativo o lo instrumental.
Las didácticas activas, contemplan el aprendizaje colaborativo transformando la relación con docentes, entre estudiantes y con el entorno.
La EBC procura la construcción del saber, el saber hacer y el saber ser, como procesos dinámicos y centrados en la persona, buscando un nivel profundo de comprensión. El resultado es la habilidad de pensar y actuar con la teoría y la práctica para lograr un desempeño acorde con las exigencias del cuidado de la salud sexual, reproductiva, materna y neonatal.
Un plan de estudio debe considerar la normatividad nacional, los lineamientos institucionales de las entidades del estado que rigen la formación de recursos humanos y el sistema educativo, así como las competencias de la partería profesional, para garantizar que las personas egresadas respondan integralmente al derecho de las mujeres y sus bebés a una atención de la más alta calidad.
En este capítulo se encuentran los insumos para que la elaboración de los planes de estudio responda a los estándares nacionales e internacionales que incluyen: estudios de factibilidad y pertinencia de licenciaturas de partería; la organización del curriculum basado en competencias esenciales de la ICM; los perfiles de la planta docente; los procesos de educación continua e investigación; la infraestructura y el equipamiento.
Asimismo se incluyen las normas de evaluación de la Comisión Interinstitucional de Formación de Recursos Humanos en Salud conformada por la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud. Además de las normas para la gestión del Registro de Validez Oficial que todo plan de estudio y escuela debe cumplir para la gestión de títulos y cédulas profesionales.
La acreditación de planes de estudio de partería en escuelas nuevas o instituciones existentes que deseen incorporar esta oferta educativa es reciente. A diferencia de otras profesiones, la partería en México está en proceso de consolidación, por lo que persiste la falta de reconocimiento explícito en los documentos oficiales y guías para los trámites. Por ello, conocer el contexto actual de la formación e identificar algunas experiencias exitosas es indispensable para comprender y lograr la aplicación del marco legal en materia de educación y salud.
Puede ser de gran ayuda conocer herramientas de abogacía como apoyo en este proceso debido al desconocimiento que existe sobre la formación profesional en partería. Entenderemos por abogacía, aquellas acciones organizadas que puedan ejercer influencia en las políticas públicas, las actitudes sociales o los procesos políticos, favoreciendo los intereses de un grupo que presenta ciertas desventajas sobre otro (en este caso las escuelas de partería frente a otras carreras).
La abogacía involucra a diferentes actores sociales interrelacionados e incorpora instrumentos y evidencias internacionales y nacionales que pueden ser adaptadas a las necesidades específicas.
En respuesta a la necesidad expresa de homogeneizar los contenidos de Partería en los planes de estudio, se realizó este ejercicio de plan curricular que debería contener cualquier propuesta educativa en partería, abarcando las Competencias Esenciales, especializadas e integradoras, en concordancia con los estándares nacionales e internacionales.
De manera complementaria se incorporan asignaturas optativas que significan un complemento al mapa curricular básico, mas no una elección para omitir los conocimientos en alguna de las áreas de estudio.
La presente propuesta ha sido diseñada al camino de formación por el que cada institución educativa decida optar y debe cumplirse en tres años si se opta por un nivel técnico o en cinco años si se trata de una licenciatura, y posibilita que cada escuela adicione otros conocimientos o asignaturas que considere necesarios.
Para maximizar su utilidad, el mapa curricular será complementado con los contenidos temáticos de cada asignatura, y para acceder a ellos bastará con seleccionar el cuadro de la materia que desee consultar.
La regulación de la partería forma parte de la legislación de un país en materia de formación y práctica de la profesión. Para proteger a las mujeres y sus bebés, es importante regular y autorizar debidamente a las parteras, su formación y su práctica profesional. Los mecanismos regulatorios también incluyen una serie de requisitos para la certificación periódica de las competencias profesionales con el fin de demostrar que la persona profesionista cuenta con las técnicas y habilidades necesarias para ejercer la partería de forma segura y conforme a los requisitos nacionales.
La ICM recomienda que la partería sea reconocida como profesión autónoma a nivel mundial, y reconocer al embarazo y el parto como una etapa de la vida en que las familias son quienes toman las principales decisiones. La profesión autónoma de la partería facilita la toma de decisiones informada, de manera que mejore los resultados del parto para la madre y su bebé.
En este capítulo se encuentran los principales documentos de regulación a nivel nacional y además una sección con las recomendaciones internacionales para avanzar en la regulación de la práctica de las parteras profesionales.
La atención proporcionada por parteras contribuye de manera fundamental a la alta calidad de los servicios de salud materno infantiles, de acuerdo a la evidencia obtenida de estudios en diversos escenarios.
Las experiencias documentadas a nivel internacional revelan que la introducción de parteras acreditadas, capacitadas, calificadas, motivadas y respetadas que trabajan de manera eficaz con sus colegas de la medicina y de la salud pública se ha asociado a una rápida disminución sostenida en mortalidad materna y neonatal y a una mejora en la calidad de la atención.
Tales hallazgos apoyan la necesidad de un cambio sistémico que pase de la provisión de atención materna y neonatal fragmentada, basada en la identificación y tratamiento de patologías, hacia la provisión universal de atención calificada que incluya cuidados preventivos y solidarios y el tratamiento de patologías cuando se requiera, mediante equipos de trabajo interdisciplinarios y la integración de distintos escenarios comunitarios clínicos. La partería se considera de importancia crucial para dicho enfoque.
En Perú el plan de estudios de partería es regulado por el Colegio de Obstetras del Perú por lo que en todas las universidades donde se ofrece la formación se utiliza este modelo de educación. Se incluyen a manera de ejemplo el mapa funcional de la profesión y las normas de competencias profesionales de obstetricia.
En Chile, la formación de las parteras (matronas como se les denomina en ese país) se encuentra en la Facultad de Medicina por lo que desde el inicio de la carrera se aprende a funcionar dentro de un equipo multidisciplinario. Se incluyen el plan de formación, el perfil de egreso y la malla curricular de la Universidad de Chile.
Como referencia de un país fuera de la región de América Latina se presenta el documento de Nueva Zelanda con los estándares para el registro de planes de estudio de partería además del entorno regulatorio de la práctica en aquel país.
El Centro de Iniciación a la Partería de Nueve Lunas Oaxaca aplicó durante casi dos décadas un modelo de enseñanza único, enfocado en reconectar a las mujeres con la partería ancestral y en la recuperación, valorización, defensa y transmisión de saberes con respeto a los derechos culturales de los pueblos indígenas, de las comunidades y de las mujeres.
Los contenidos de este apartado son el legado de Nueve Lunas al impulso de la partería en México, esperando que su experiencia pueda ser continuada por nuevas generaciones.
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